La música fluye en tiempo y su discurso es la melodía, junto a la armonía y el ritmo.
En ella podemos oír y sentir cómo las propiedades del sonido son modificadas en función de la dinámica de la obra artística. El sentido artístico mismo esta dado por cómo el intérprete ejecuta la pieza musical en el instrumento, siguiendo instrucciones de la partitura y del compositor; lo que finalmente resulta en una experiencia audible que nos puede incluso emocionar. Estos parámetros finalmente definen el estilo, en conjunto con elementos armónicos propios de la teoría musical y el análisis histórico.
Como dice el alumno Javier Garrido Almonacid en su guía de trabajo:
"En la melodía estaría implícita la duración y la altura..."
Y podemos agregar que en la mezcla o ensamble de instrumentos el timbre es fundamental, y se expresa en el efecto psicoacústico que produce en el oyente. La magia de la música.
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